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"Otro ángel vino y se puso de pie junto al altar con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió delante de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos."
Encender una vela ante el Santísimo es una práctica común en muchas tradiciones cristianas, especialmente en la Iglesia Católica. Y por eso queremos invitarte a que hagamos parte de esta hermosa tradición.
Este acto tiene varios significados y propósitos:
La vela encendida representa la fe y la devoción del creyente hacia Dios. Es un acto de entrega y confianza en el poder divino.
La luz de la vela simboliza la presencia de Dios. Al encenderla, se reconoce que Dios está presente y se busca su guía y protección.
Encender una vela ante el Santísimo es un acto de reverencia y respeto hacia la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
En la tradición católica, se cree que al encender una vela y hacer una petición, se está pidiendo la intercesión de Jesús en el Santísimo Sacramento, para que Él presente nuestras peticiones ante Dios Padre.
En nuestra parroquia somos adoradores perpetuos y todos nuestros adoradores elevan una oración al cielo por las intenciones de las necesidades que están representadas en cada vela.
Puedes tener la confianza en que todos y cada uno de los servidores que inician encendiendo estas velas elevan una oración al Padre antes de ser encendidas.